Magia: Usos, Abusos y Cómo Protegerte

Hola, Bruji. Hoy quiero hablarte de algo que me apasiona y que, al mismo tiempo, me preocupa: la magia.

Sí, esa palabra que a algunos les suena a cuentos y a otros les pone los pelos de punta.

Pero vamos a dejar los prejuicios a un lado, porque la magia no es ni buena ni mala… es como un cuchillo: puedes usarlo para cortar pan o para hacer daño. Todo depende de quién lo tenga en las manos y con qué intención.

¿Qué es realmente la magia?

Mira, la magia no es como en las películas, con rayos de colores y varitas que brillan (aunque a veces me encantaría que fuera así).

La magia es mucho más sencilla y, a la vez, más profunda: es mover energía de forma consciente para provocar un cambio.

Esa energía está en todas partes: en ti, en la naturaleza, en los objetos, en las palabras… y tú puedes aprender a dirigirla.

Lo importante es entender que la magia es neutral. No tiene etiqueta de “buena” o “mala” pegada de fábrica. Es como el fuego: puede calentar tu hogar o quemarlo todo.

La diferencia la marca la intención con la que la usas.

Los usos bonitos de la magia

Sanar y equilibrar

La magia puede ser un bálsamo.

Un baño con sal marina y lavanda, por ejemplo, no solo relaja tu cuerpo, sino que limpia tu campo energético.

También puedes usar cristales como el cuarzo rosa para suavizar emociones o la amatista para calmar la mente.

Son pequeños gestos que, repetidos, crean un gran cambio.

Protegerte a ti y a tu espacio

¿Has notado alguna vez que entras en un lugar y te sientes incómodo sin saber por qué?

Eso es energía acumulada. Encender un sahumerio de salvia o palo santo y dejar que el humo recorra cada rincón ayuda a “resetear” el ambiente.

Y si quieres algo más constante, una turmalina negra cerca de la puerta es como un portero energético que no deja pasar malas vibras.

Manifestar y crecer

Aquí es donde la magia se vuelve creativa.

En luna nueva, escribe en un papel lo que quieres atraer como si ya fuera real y repite:

“Vivo en paz”, “Mi negocio prospera”, “Estoy rodeado de amor sano”.

Luego enciende una vela blanca y visualiza esa realidad.

No es solo pedir: es sentirlo como si ya estuviera aquí.

Cuando la magia se tuerce

Por envidia o venganza

Triste pero cierto: hay quien usa la magia para frenar a otros.

En vez de trabajar en su propio camino, gastan energía en poner piedras en el de los demás.

Y sí, eso deja huella, tanto en la persona a la que va dirigido como en quien lo hace.

Manipulación emocional o energética

Aquí entran los amarres, maleficios y trabajos que buscan controlar la voluntad de otra persona.

Puede que funcionen a corto plazo, pero a la larga generan un desequilibrio que pasa factura.

Y no solo a la víctima: la energía siempre busca equilibrarse.

Por dinero y sin escrúpulos

Hay “profesionales” que prometen resultados rápidos a cambio de sumas importantes, jugando con el miedo o la desesperación.

No todo el que cobra por su trabajo mágico es así, pero hay que aprender a distinguir entre un servicio honesto y una estafa disfrazada de ritual.

Cómo saber si alguien está usando magia contra ti

No siempre es fácil de detectar, pero hay señales que pueden ponerte en alerta:

• Te levantas cansado aunque hayas dormido bien.

• Tu ánimo cambia de golpe, sin motivo aparente.

• Tu casa se siente “pesada” o incómoda.

• Tienes sueños raros o repetitivos que te dejan inquieto.

Si varias de estas cosas te pasan a la vez y no encuentras una explicación lógica, puede que haya algo más moviéndose en el plano energético.

Cómo protegerte

Limpiezas energéticas

Un baño con sal y unas gotas de aceite esencial de romero, un sahumerio de salvia o incluso imaginarte envuelto en una esfera de luz blanca son formas sencillas y efectivas de limpiar tu energía.

Amuletos y símbolos

Elige algo que te inspire confianza: un cuarzo, una cruz, un pentagrama, un ojo turco.

Lo importante es que lo limpies y recargues de vez en cuando, ya sea con luz solar, lunar o con humo de incienso.

Subir tu vibración

La mejor defensa es estar fuerte por dentro.

Meditar, reír, bailar, pasar tiempo en la naturaleza o rodearte de personas que te sume.

todo eso eleva tu energía y hace que las malas vibras reboten antes de tocarte.

Para terminar…

Recuerda, la magia es un espejo: te devuelve lo que pones en ella.

Si actúas desde el amor y el respeto, será tu aliada. Si la usas para dañar, tarde o temprano esa energía volverá a ti.

Así que, por favor, usa la magia con ética, con cariño y con la conciencia de que cada acto deja huella.

La verdadera fuerza está en crear, no en destruir.

Si has llegado hasta aquí, te invito a ver mi video corto sobre el uso de la magia para que puedas compartirlo si así lo deseas.

Gracias por tu apoyo y recuerda: la magia más poderosa es la que nace de un corazón limpio.

Maria Elena

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